Días de descanso y relax. Primero en Texas, un par de días tranquilos inmersos en el «American way of life» y luego ya en casa recuperándome del viaje, el jetlag y sobre todo del Ironman. El viernes retomé la actividad física con un poco de natación, el sábado otra sesión ligera de agua y un poco de bici y el domingo pateada por el monte para ver la Zegama-Aizkorri desconectar un poco y disfrutar de una de las cosas que más me apasiona, la montaña. Por lo tanto acabo esta semana de recuperación post Ironman con el objetivo cumplido de lograr la máxima recuperación posible, con ánimos renovados y con ganas de encarar los próximos retos. Próxima cita en Zarautz el día 11.