Con las miras puestas en volver a Kona en 2018 iniciaba temporada el 2 de febrero en el 70.3 de Dubai. Buenas expectativas, a pesar del poco tiempo de entrenamiento acumulado hasta esa fecha el punto de forma ya me parecía bueno y me ofrecía garantías de poder hacer una buena competición y empezar a sumar puntos en el “Kona Pro Ranking”.

Entrenando en el desierto, Al Qudra.

Desgraciadamente la víspera mientras preparaba el material para la carrera un mal gesto me dejó una pequeña molestia en la zona lumbar, molestia que a lo largo de la tarde fue a mas y se convirtió en dolor limitante que me hacía prever una carrera incómoda cuando menos.

En estas condiciones me presenté en la línea de salida, problemas para entrar en el agua corriendo debido al dolor lumbar, una vez nadando bien, sin demasiados problemas pero de nuevo mal para salir corriendo por la arena de la playa de Umm Suqueim hasta boxes para subirme en mi BH Aerolight.

BH Aerolight en boxes. Burj Al Araf de fondo.

Sobre la bici la espalda no molestaba y las piernas respondían con fuerza. Perdí tiempo en la natación debido sobre todo a mi lenta entrada y salida del agua pero rodaba en buenos puestos y seguía metido en la carrera. Fueron 90 kms a una media normalizada de 295 watios que daban para rodar a 43,6 km/h de media por lo que podéis imaginar lo llano y rápido que era el circuito. Por lo tanto en bici bien, y por algún momento pensé que el dolor de espalda había remitido y que podría hacer una buena carrera a pie.

Pero… tan solo poner pie a tierra en la T2 y las ilusiones igualmente se fueron por el suelo. Incapaz de ponerme recto, bajé de la bici como pude, me senté a calzarme las zapatillas en mi zona de transición y traté de empezar a correr. Cabía la posibilidad de que la espalda se fuera soltando y el dolor remitiendo pero no fue así, tras un kilómetro decidí pararme y darme la vuelta para dar por finalizada mi carrera.

Cara de DNF.

Mi idea era acudir al Ironman de Nueva Zelanda tras este inicio en Dubai pero estos problemas en la espalda me hicieron recapacitar y decidí que era mejor opción recuperarme bien y posponer un poco mi primer Ironman del 2018.

Lo siguiente por tanto es el Ironman de Sudáfrica el 15 de abril. Ya estoy cerca del momento, las últimas semanas de entrenamiento han sido buenas a pesar de incluir un par de parones por leves procesos catarrales, descanso en todo caso que la mayoría de las veces lo acabo dando por bueno, el punto de forma se mantiene y una vez de vuelta a los entrenamientos vuelvo a estar en buenas condiciones.

La idea en Sudáfrica es conseguir una buena cantidad de puntos para el ranking, es el primer gran Ironman del año, por ser Campeonato Continental Africano y poner 4000 puntos en juego para el ranking. La lista de salida está bien cargada de triatletas fuertes y será una carrera muy disputada e interesante, trataré también dentro de mis posibilidades que me resulte divertida y enriquecedora.