Piedra a piedra se hicieron estos muros, entrenamiento tras entrenamiento voy asentado las bases de una nueva temporada. El tiempo nos ha acompañado en Lanzarote, los vientos permanecen calmados y el sol calienta que da gusto.
Tan solo un par de días he visto moverse con ganas estos molinos cercanos al Mirador de Haría, la orografía de la isla es dura y el viento la endurece en mayor medida, tras unas semanas rodando por aquí te pones más fuerte casi sin darte cuenta.
Una carrerita a primera hora de la mañana, con las primeras luces todo se ve más calmado y muchas veces se disfruta más. No soy precisamente madrugador, cuando toca me cuesta arrancar pero luego obtengo buena recompensa.
Para una larga y tranquila tirada a pie desde Club Santa Rosa me gusta salir del asfalto y buscar este sendero entre los dos volcanes que vigilan Costa Teguise, el silencio y la paz que hay por estas zonas es para disfrutar.
Y no podía faltar la foto desde el Mirador del Río, sin duda una de las carreteras más bonitas por las que he rodado, las vistas sobre La Graciosa son espectaculares, un lugar muy especial que creo se difruta mucho mas cuando llegas en bici y ruedas, con cuidado, asomándote al borde del muro de piedra.
Lo mismo que tampoco puede faltar la subida a Tabayesco, lugar elegido para hacer tests y pruebas, el Strava echa humo por aquí. Casi 10 kilómetros de subida al 5%, nada excesivamente duro, una subida bonita y agradable que se torna larga y exigente cuando de sube fuerte y toca sufrir en ella. Aproveché para hacer un primer test que me ayudará a fijar los ritmos y zonas de entrenamiento en la bici para las próximas semanas.
382 watios de media y top50 en este segmento de Strava, contento con el resultado para el momento de la temporada y el tipo de trabajo que he estado haciendo estas primeras semanas.
El Club Santa Rosa ha sido una vez mas nuestro Campo Base en Lanzarote, las facilidades que tenemos para entrenar, junto a las instalaciones, que nos ofrecen todo lo que necesitamos, hacen que nos sintamos muy a gusto aquí y le podamos sacar todo el partido a nuestra estancia en la isla. Para cuidar a Jon entre Rut y yo necesitamos organizar muy bien nuestros horarios y entrenamientos y aprovechar el tiempo al máximo, Club Santa Rosa es el lugar ideal para eso.
Estos días en Lanzarote han sido perfectos, una buena manera de comenzar con el entrenamiento estructurado enfilando hacia los primeros objetivos de la temporada. Los volúmenes han sido bajos, me he centrado sobre todo en trabajar la fuerza, la técnica y la velocidad. Tanto el volumen como la intensidad del entrenamiento se irán aumentando en las próximas semanas pero siendo pronto aún y sin ninguna prueba a corto plazo considero más adecuado empezar con calma.
He tenido tiempo de examinar el calendario y más o menos ya tengo en la cabeza las pruebas que quiero hacer en mi camino a Kona de este año. Espero pronto poder anunciarlas y así ya tener fijo unos primeros objetivos que de alguna manera me motiven aún mas en estos inicios de temporada. Ahora de vuelta a Vitoria-Gasteiz donde nos espera el invierno esa motivación será necesaria sin duda.
Es muy probable que volvamos a Lanzarote para otra estancia más adelante, ahora de momento toca alejarnos un poco de este sol que tan rico calienta, pasar un poco de frío y sacarle brillo al rodillo.