Avituallamiento postmeta a la alemana (sin alcohol eso si…)
Con Roth ponía punto final a la primera parte de la temporada. No con el resultado que quería ni con el tiempo que iba buscando, pero con la satisfacción de haberlo dado todo y subirme al podium de uno de los triatlones más prestigiosos del mundo.
La natación empezó bien, pronto me coloqué a los pies de Pete Jacobs y Rasmus Henning y abrimos hueco con el resto de triatletas. El ritmo era bueno y me encontraba cómodo. Tocando la orilla tuve el primer contratiempo del día que creo marcaría el resto de mi carrera, uno de los isquios se me sube y tengo que tomarme la transición con mucha calma para evitar que fuera a más. Así monté en la bici en tercer lugar pero con la referencia de los dos de cabeza perdida. Realicé toda la bici solo, cerca de la cabeza, llegué a rodar a escasos 30 segundos de ellos pero no fui capaz de alcanzarles. Tanto Kienle como Stadler me pasaron en la segunda vuelta y fueron abriendo hueco, yo me mantuve a mi ritmo. El desgaste en bici fue importante, no lo noté en los primeros kilómetros de la maratón, corría a buen ritmo, haciendo mis cálculos para bajar de las ocho horas. Ahí terminaron las buenas sensaciones, lo que quedaba de carrera fue pura subsistencia, olvidándome del crono y tratando de mantener el tercer puesto. Los últimos dos kilómetros por el pueblo de Roth se me hicieron interminables a pesar de los ánimos del público. Llegué a meta muy cansado, a lo mejor pagando los esfuerzos realizados durante toda esta temporada, descontento con el resultado, pero contento con haber luchado una vez más y volver a ser finisher, disfrutando dentro de lo que pude del increíble ambiente del Roth Challenge, una carrera a la que quiero volver, en parte por lo deportivo y en parte por la experiencia personal tan bonita que se vive en este triatlón.
Dank Roth!!