Foto: www.triathlon-hebdo.com
Abu Dhabi es desde hace cinco años el punto de inicio de mi temporada de triatlón. Este año de una forma un tanto atípica, ya que el final tardío de la pasada temporada, el nacimiento de Jon y la idea de tener unos primeros meses de año tranquilo no cuadraban demasiado con llegar a Abu Dhabi con el punto de forma de las cuatro ediciones anteriores. Aún siendo consciente de esto y quizás con la esperanza de que a pesar de un menor volumen de entrenamiento podría ser competitivo llegaba ilusionado a la línea de salida. Un catarro los días previos a la carrera no ayudaban demasiado a sentirme en mi mejor momento pero una vez en Abu Dhabi estaba dispuesto a dar lo mejor.
Natación sin traje, algo justito pero aguantando a cola del grupo de cabeza. Salgo de los últimos de la transición y el ritmo inicial del grupo es elevado, en esos primeros kilómetros no tengo la fuerza suficiente para llegar hasta los primeros y enseguida me veo solo en las largas rectas de esta autovía en medio del desierto. Golpe bajo importante, no esperaba quedarme solo tan pronto. La cabeza se me llena de pensamientos negativos, me cuesta darle la vuelta a la situación, la idea de continuar pedaleando solo durante los siguientes 180 kilómetros sin opción de disputar la carrera no es demasiado atractiva… Me tomo unos kilómetros de calma, importante calmar la mente sobretodo, cortar el chorreo de negatividad y darle un enfoque diferente a la situación. ¿Que narices estoy haciendo aquí? Es la pregunta que más me viene a la mente, finalmente aparece la respuesta, estoy disfrutando haciendo lo que más me gusta, pedalear en una competición en unas condiciones duras, no es el momento de divertirse pero si quizás de pasárselo bien. Y a eso me pongo, poco a poco cogiendo una buena marcheta, buscando el disfrute en la propia actividad más que en el resultado y con paciencia, ¡que importante la paciencia! haciendo kilómetros y pasando algunos buenos ratos.
Foto: www.triathlon-hebdo.com
Dejo la bici octavo, lejos de la cabeza pero con opciones de alcanzar al sexto. Es el objetivo que me pongo y con los ánimos en boxes de mi hermano Hugo salgo a correr por la «Corniche» de Abu Dhabi. El ritmo no es muy rápido pero me voy moviendo, he aguantado bien los 200 de bici y estoy bastante entero, tomo referencias respecto al sexto y séptimo y poco a poco voy aumentando el ritmo. Hacia el kilómetro 16 me sitúo en sexta posición, ya no hay más puestos que mejorar, el quinto me saca un mundo, así que ahora ya bastante tocado termino lo más entero posible la carrera y disfruto de los últimos metros.
El puesto no es para tirar cohetes pero analizando todo lo acontecido en estas últimas semanas estoy satisfecho. Mucho más no puedo pedir, he aprendido cosas, lo he pasado en grande estos días en Abu Dhabi con Hugo y ahora ya estoy de vuelta en casa con Rut y Jon a los que tanto he echado de menos.
Unos días de recuperación y a seguir currando para los próximos retos.
