Un poco tocado a nivel muscular del 70.3 de Mallorca, los primeros día fueron de descanso y relax en nuestra base de operaciones mallorquina, el Aparthotel Duva en Puerto Pollença.
Excelentes las condiciones de entrenamiento, así que tras unos días de descanso familiar…
Volví a los entrenos, ahora ya con un punto extra de intensidad. Natación en la piscina Municipal de Puerto Pollença:
Carrera por las caminos y carreteras de la zona
Y lo mejor las carreteras mallorquinas para poder hacer kilómetros de todos los tipos, llano y subida hay mucho donde elegir y con excelentes vistas.
Así que con un punto extra tras algunos buenos entrenos empezando a tocar zonas de consumo máximo de oxígeno y con una buena puesta a punto cargamos las maletas para volar a Viena y en una hora de coche ya de madrugada llegar a St Pölten. Tras el frío y la lluvia del año pasado nos sorprendió el sol y el calor de esta ocasión. Así gozamos más de unos día previos muy tranquilos y relajados.
La lista de inscritos era importante con muy buenos ciclistas que tratarían sin duda de romper la carrera en los 90 exigentes kilómetros de ciclismo. Mi objetivo al igual que en Mallorca era seguir sumando puntos para el Kona Pro Ranking (KPR) y así dejar la clasificación para Hawaii encaminada y quedarme tranquilo. Me encontraba muy bien, y quizás con un punto extra de confianza tanto en la natación como en la bici pero con dudas en la carrera a pie tras las malas sensaciones de Mallorca.
Foto: www.majphotography.com
La natación en dos lagos con carrera a pie entre medio incluída, el ritmo fue bastante alto pero logré salir en el grupo de cabeza.
Algo retrasado en la primera transición me costó un buen rato alcanzar al lider de la carrera. No fue hasta la primera subida cerca del kilómetro 30 en que llegué a cabeza de carrrera con un buen esfuerzo ya en las piernas, 330 watios de media en este inicio de la bici. Hacia el km 45 nos alcanza Marino y en el 50 lanza su ataque, marca un ritmo muy duro y se marcha en solitario, llegamos a la parte más dura del circuito, una subida continuada con rampas del 10-12% donde marco el ritmo y trato de que la ventaja de Marino no aumente demasiado. El ritmo final en la bici fue más alto que el que mantuve en Mallorca, traté de rodar a una cadencia más baja en torno a las 86-90rpm que se adaptan mejor a mi estilo.
Saliendo de la T2 la referencia es de 3 minutos 40 segundos, mucho para poder recuperarlo en 21 kilómetros. Pero aprovechando que salimos rápido a correr me marco un alto ritmo de carrera y empiezo a recortar segundos lentamente. Tras la primera vuelta de carrera a pie he recortado más de la mitad del tiempo y empiezo a creer que la victoria es posible.
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No me despisto y sigo hidratándome y metiendo las calorías necesarias para mantener el ritmo, por lo que de fuerzas aún me veo muy bien. Ya tengo a Marino a la vista y me acerco a él, un kilómetro donde bajo un poco el ritmo, recupero el aliento y me preparo para volver a subir la velocidad y pasar a Marino en el kilómetro 19. Veo que no responde, abro hueco y ya con la meta a la vista empiezo a disfrutar del triunfo.
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¡¡Que buen día, que buenas sensaciones y que alegría poder dedicar esta primera victoria a Rut y Jon!!
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Jon estaba sorprendentemente dormido debajo de un ruidoso altavoz así que la cerveza me la bebí yo solito 😉 ¡¡Era sin alcohol!!
