Es difícil sentarse delante de un ordenador después de un triatlón y contar todo lo vivido en palabras. Aún más en un triatlón como el de Zarauz, uno de mis favoritos donde las emociones y los sentimientos siempre me resultan más fuertes e intensos. De pequeño pasamos varios veranos en este maravilloso pueblo de la costa guipuzcoana, mi primer contacto con el triatlon fue aquí cuando viene a ver competir a mi hermano Hektor y además durante un par de años este fue mi lugar de residencia, os podéis imaginar que mi conexión con Zarauz desde siempre ha sido muy especial. Aprovecho las imágenes de mis amigos de www.photodeporte.com para contaros lo que ha sido esta 25º edición.

Momentos previos a la carrera. Al igual que el año pasado Rut también competía, por lo que antes de la carrera pudimos hacernos compañía y disfrutar de un rato de tranquilidad juntos. Rut acabó 10ª en meta, haciendo un muy buen triatlón pero sobre todo disfrutando mucho todo el día.

Ya en el agua toda la tensión y nervios de los momentos previos se libera, concentración total en el esfuerzo y el momento. La natación se me hizo dura, tuve una buena salida y apretando en los metros iniciales conseguí ponerme en buena posición. El ritmo en el grupo era rápido para mi, peleando hasta el final conseguí salir a cola del grupo de cabeza, la situación era la ideal para afrontar con garantías el resto de carrera.

En la bici tuve que apretar en los primeros kilómetros, salí algo rezagado de la transición y quería contactar con los primeros lo antes posible. El grupo era bastante numeroso, a diferencia de otros años los primeros kilómetros llanos no ayudaban a hacer la selección, habría que esperar a la primera subida a Meagas para intentar romper el grupo. Al poco de empezar a subir este puerto de tercera acelero el ritmo y trato de endurecer la subida, no lo suficiente como para escaparme en solitario, la dinámica del grupo y la cantidad de motos que nos acompañaban no ayudaban; de camino a Getaria adelantamos a Francesc Godoy, y a partir de ahí me coloco en cabeza y decido hacer mi carrera, sin embargo no puedo evitar la tentación de girar la cabeza y veo a Samson claramente a menos de 7 metros, me indigno, le grito a él, se ríe, y también grito al juez, esto no es serio, para mi las trampas y el juego sucio no son cosas divertidas. Retomo el foco y la concentración en lo mío, es lo único y lo mejor que puedo hacer en esos momentos. En la siguiente subida a Meagas me tomo el comienzo con más calma pero antes de coronar lanzo un ataque, con el que tampoco logro romper el grupo, a partir de aquí ya no miro más para atrás y definitivamente me meto en lo mío. Marcho toda la siguiente vuelta en cabeza, hacemos la tercera subida a Meagas y en el descenso ya parece que algunos empiezan a ceder.

Sigo tirando sin mirar atrás, se acerca la subida a Garate, la afronto de menos a más, en algunas de las curvas veo por el rabillo del ojo a Matias y Clemente, los dos son grandes ciclistas que se han mantenido legales en el grupo. Acelero el ritmo, no me gusta la idea de empezar a correr con Clemente, se que está fuerte y siempre es peligroso en la carrera a pie, coronando le sacamos unos segundos y apretando en el descenso consigo meterle algo más de tiempo.

Transición en el malecón de Zarautz, saliendo de boxes veo que entra Clemente con la bici, tenerle tan cerca no es buena señal, empiezo a correr fuerte desde el principio. Primera vuelta bien, segunda vuelta con problemas, me entra un poco de flato, mal compañero cuando uno se está jugando la carrera. Consigo mantenerlo a raya, evito un par de avituallamientos y parece que la cosa mejora.

Empiezan los juegos mentales, tengo a Clemente pegado, no se si no me quiere coger para dejarme que me confíe o si lo ha dado todo y está pasando un bajón, él seguro que pensaba algo parecido. Mantengo el ritmo, finalizo la segunda vuelta en cabeza, y al paso por la plaza de la Música me mentalizo para la llegada de Clemente. Saliendo del pueblo me da alcance y pone un ritmo fortísimo. Trato de aguantarle la distancia, es imposible que mantenga ese ritmo por mucho tiempo, «va de farol» pienso, me saca unos metros y veo que se gira para atrás para controlarme. Lo voy dando todo, consigo que no se me vaya mucho así que vuelvo a meterme en mi mismo, me centro en mi zancada, mi respiración, soltarme de brazos… llevamos casi 15 kilómetros corriendo a tope y empiezan a pesar las piernas y a fallar los reflejos, el flato ya lo tengo controlado, quedan unos kilómetros agónicos por delante. No tiro la toalla, Clemente no se me va del todo, me lleva unos segundos pero no pienso ponérselo fácil. Entramos en el malecón. Menos de dos kilómetros para meta, la ventaja parece un poco mayor pero con triatletas doblados por medio pierdo un poco la referencia. Nos acercamos al último paso por el subterráneo, yo entro y Clemente ya prácticamente sale por el otro lado, ahora ya si que no le cojo, mantengo mi zancada, nunca se sabe hasta cruzar la línea de meta, hay que pelear hasta el último metro, pasando por la Calle Mayor se me ponen los pelos de punta y se me hace un nudo en la garganta… gracias Zarauz, eskerrik asko Zarautz!! esto es impresionante, los ánimos de este público volcado e incansable me hacen más fáciles los últimos metros.

No ha podido ser, cruzo segundo la línea de meta, hoy Clemente ha sido mejor que yo, no hay pegas ni excusas que poner a eso, felicito al ganador, aplaudo al público, un pequeño gesto para tratar de corresponder el gran gesto que ellos tienen con todos los triatletas. Clemente también me aplaude, cosa que agradezco, creo que ha sido una bonita lucha entre los dos, lucha que a buen seguro repetiremos en años venideros.

Tras el control antidoping subimos al podium, recojo mi trofeo y el rico regalo, txakoli de Getaria, felicito a Matias por una buena y honesta carrera y observo con sana envidia como le colocan la txapela a Clemente, aún siendo de Salamanca no le queda tan mal ¡¡jaja!! Yo ya tengo ocho como esa, pero en este 25º aniversario de Zarauz quería la novena. No ha podido ser, el año que viene volveré a luchar por ella, mi objetivo es llegar a las 10 txapelas, no se si lo conseguiré, pero Zarautz siempre ha sido, es y será mucho para mi, con o sin txapela. Gracias a todos por los ánimos durante el fin de semana, a todos nuestros amigos zarauztarras que nos hacen sentirnos como en casa y al Zarauz Triatloi Elkartea por el esfuerzo que año tras año hacen para que podamos disfrutar de un espectáculo deportivo como éste, ¡¡un abrazo a todos!! Besarkada haundi bat guztioi!!