A la tercera no fue la vencida, me vuelvo de Wildflower sin la victoria deseada, pero el resultado final lo considero bueno, tercero con el nivel que hubo no está mal, aunque uno siempre quiere un poco más…

Empecé la natación algo lento, hice un buen calentamiento pero me faltó algo de chispa en las primeras brazadas, sumando a esto que alguien se me subió encima cuando me acercaba a la primera boya me complicaron un poco las cosas ya que quedé cortado y desde ahí tuve que ir todo el rato a remonte, saltando de un grupo a otro hasta que hacia el final de la natación entre a cola del grupo de cabeza. Desde ahí al final de los 1900 metros de agua intenté respirar un poco para afrontar la primera transición. El cambio que hice fue bueno, remonté algún puesto pero aún así salí algo retrasado de boxes respecto a los primeros.

En “Beach Hill” fui poco a poco remontando posiciones sobre la bici de forma que saliendo del parque del Lago San Antonio ya rodaba con los primeros. El que a la postre sería vencedor Michael Raelert ya había metido el turbo y marchaba en solitario. Se rodaba rápido y Wildflower es un recorrido exigente, la carrera empezaba a estirarse y cada uno se ponía en su sitio. La estocada definitiva la daba la conocida como “Nasty Grade” una subida de unos 5 kilómetros con tramos bastante pendientes al que se llega ya tocado, y que hizo que llegáramos todos muy separados a boxes.

Dejé la bici en quinto lugar, sabiendo que al menos a dos de los que tenía por delante les podría dar caza. Tuve buenas sensaciones corriendo y en las primeras cuestas duras del circuito adelanté a Conrad Stolz que había hecho una bici muy potente; mantuve mi ritmo constante, me quedaba otro puesto para entrar en el podium, la victoria era clara para Raelert y al segundo Joe Gambles se le veía muy sólido, así que me centré en dar caza a Phil Graves, cosa que conseguí a falta de 4 kilómetros. Desde ahí hasta meta traté de asegurar mi tercer puesto y no machacarme demasiado las piernas en la última bajada.

En general fue una carrera dura tanto física como psicológicamente, luchando mucho por mantener la concentración y no ceder en ningún momento, dándolo todo desde el principio hasta casi el final. Quizás me falto algo de frescura o el haber preparado de forma un poco más específica este Wildflower para estar más adelante, pero al tener el Ironman de Lanzarote en tres semanas tuve que afrontar esta carrera sobre la marcha, por lo que considero que en estas circunstancias el resultado es muy positivo.

Y lo mejor de todo la experiencia vivida estos días a orillas del Lago San Antonio con toda la gente de AVIA y todos los triatletas y amigos que por allí estuvieron, sin duda este triatlón de Wildlfower tiene una magia especial, un ambiente que no se encuentra en ningún otro lado que siempre recompensa a quien se acerca por allí. ¡¡Hasta pronto Wildflower!!