Primera carrera del año y primera vez que competía en Oceanside. Las semanas previas a viajar a California habían sido muy buenas, la planificación está enfocada al primer gran objetivo del año, el Ironman de Texas el 14 de mayo, por lo que tampoco pude ni quise hacer una preparación exhaustiva para esta prueba pero por el tipo de entrenamiento que estaba haciendo sabía que llegaría en un buen momento de forma haciendo una pequeña puesta a punto.
Viajé con el tiempo justo para adaptarme al cambio horario y reconocer un poco el terreno, llegaba el martes a California y el miércoles realicé una corta transición viendo los circuitos de bici y carrera a pie con la desgracia de que me diera un calambre muy fuerte en el cuadriceps izquierdo mientras corría. Creo que este es uno de los pocos calambres que he tenido en toda mi vida de deportista por lo que un principio me asusté bastante y me preocupé de que me pudiera suponer algún problema en carrera. Con dos sesiones de tratamiento de masaje y fisioterapia para el sábado los dolores habían desaparecido y me pude olvidar de ese pequeño contratiempo.
La prueba contaba con mucho nivel y ya desde la natación se puso un ritmo muy alto. Conseguí salir a cola del grupo de cabeza, pero con unos segundos perdidos que me dejaron descolocado en los primeros kilómetros de la bici. Por delante se imponía un ritmo muy fuerte y se me iban ligeramente mientras por detrás los mejores ciclistas más rezagados en la natación empezaban a recuperar terreno. Yo rodaba a buen ritmo y con buenas piernas, metido en el top 10 y a la espera de que gente como Sanders o Kienle me alcanzaran en la bici.
Llegando a las primeras subidas del circuito fui alcanzado por ambos y traté de seguirles el ritmo todo lo que pude pero estaba claro que tenían un punto más que yo y al final acabé cediendo. Mantuve la concentración y seguí metido en la carrera, rodando lo más rápido que pude en los kilómetros finales para así perder el menor tiempo posible.
296 watios de media (309 normalizados). En la línea de lo que pensaba estar, creo que en líneas generales hice un buen parcial y saqué buen partido a los watios que moví.
Bajando de la bici estoy en puestos de top 10 y en las primeras referencias veo que tengo el top 5 al alcance. Primeros kilómetros tomando sensaciones y empezando a correr bien.
Es al inicio de la segunda vuelta donde empiezo a subir el ritmo, veo que los que tenía delante aguantaron bien en la primera vuelta pero empezaron a flaquear justo cuando yo mejor me estaba encontrando así que aproveché el momento y en pocos metros pasé del noveno al quinto y una vez afianzado ese puesto pude tomarme los últimos kilómetros con tranquilidad ya que el cuarto, Andy Potts, me llevaba una buena ventaja y era prácticamente imposible darle alcance. La pierna no me dio ninguna molestia por lo que el calambre del miércoles quedo en tan solo un susto probablemente consecuencia del largo viaje del día anterior.
Balance positivo por tanto de esta primera prueba del año, creo que la planificación para Texas va por buen camino. Ahora he tenido unos días tranquilos de descanso peleando con el jet lag y con visita al dentista a poner un implante, hace unos meses me extrajeron el diente que tenía infectado y tanta guerra me dio en Hawaii, y ahora hay que rellenar el hueco.
Tengo que agradecer enormemente la ayuda de Jean Claude y Los Coyotes triathlon club que me hicieron sentir como en casa durante mi estancia en California, su conocimiento de los circuitos y de la carrera fueron un plus importante para afrontar este triatlón con más confianza.
La semana que viene vuelvo a la competición, a una en la que no he competido en mucho tiempo pero en la que conseguí la victoria hace 10 años. Os doy pocas pistas pero es fácil de deducir, la semana que viene lo veréis.
Gracias por leerme y aguantar hasta aquí.