Salir del avión en Kona y respirar este aire, siempre es una sensación especial, aire húmedo y cálido que marca sobre todo tras más de 24 horas respirando aire acondicionado reciclado en aviones y aeropuertos. Salir del aeropuerto, conducir por la Queen K, bajar por Palani y continuar por Alii drive hasta el apartamento se ha convertido ya en un ritual  a realizar a finales de septiembre los últimos 11 años.

Está será mi undécima participación en Kona. Si, sigue siendo una prueba especial, aunque a veces procuro no verla como tal, intento pensar que es un triatlón más, otro Ironman en el que buscar el disfrute y la realización personal por encima de todo. Pero es difícil, esto es Kona, esta carrera marca, casi nunca deja indiferente.

Llegué el día 26 de septiembre, parece que fue ayer y parece al mismo tiempo que llevo media vida aquí, el tiempo pasa rápido pero de una manera extraña. Ya casi no recuerdo los entrenos y los días de la semana pasada, debe ser que estos días previos también se han convertido en algo rutinario, uno se centra tanto en entrenar, descansar y anticiparse a todos los preparativos que la prueba requiere, que el disfrute a veces queda en un segundo plano. Pero trato de hacerlo, trato de disfrutar, la isla es de una naturaleza sobrecogedora, ya solo rodar por los campos de lava en la Queen K es toda una experiencia, siempre que levantes la mirada y olvides por un momento watios, velocidad, cadencia o cualquier otra cosa en la que estás atrapado mientras pedaleas.

La preparación final ha sido perfecta, superada ya la dichosa infección de orina he vuelto a mis ritmos de entrenamiento normales. Tiempos, watios y velocidades están donde deberían estar y por lo tanto tras el susto de la infección definitivamente estoy mucho más tranquilo. En mi cuerpo ya empiezo a sentir los efectos de la puesta a punto, las piernas de muelle aparecieron ayer corriendo, señal que me dice que estoy a punto para competir. Quedan pocas horas y todo está hecho, aprovecho los momentos de tranquilidad para visualizarme en carrera, plantearme diferentes escenarios y verme superándolos como quiero superarlos. El aspecto mental es tan importante o más que el físico, todos los que están en la línea de salida son grandes triatletas, capaces de lo mejor en un buen día, pero hay tener la cabeza muy bien preparada para afrontar con éxito todos los envites que la carrera presente y poder sacar adelante ese buen día.

La pregunta surge en todas y cada una de las entrevistas, ¿que esperas de Kona? Supongo que el entrevistador quiere que le diga un puesto, los más sensacionalistas quizás busquen el titular morboso y me percato de que la mayoría de las veces decepciono cuando digo que lo único que quiero es dar lo mejor de mi mismo y cruzar la línea de meta satisfecho con mi actitud en carrera y mi rendimiento. Desde luego que me gustaría estar lo más adelante posible, otro top 10 o una carrera como la del año pasado pero con una buena maratón sería lo deseable, pero hablar de puestos para mi es tratar de controlar lo incontrolable.

Todas mis participaciones aquí me han cambiado de una manera u otra, son experiencias vividas que han sumado en hacerme la persona que soy hoy en día. Y finalmente eso es lo que espero de este Kona 2016, seguir aprendiendo, viviendo experiencias que me curtan en mi camino personal, porque un resultado puede cambiar muchas cosas, pero lo esencial e importante en la vida no depende de un resultado.
Aloha!

PD:

Comienzo carrera profesional masculina: 6:25am hora hawaiana, 6:25pm hora peninsular.

Seguimiento online de la carrera: Ironman Live y Sportschau.de (alemán).

Seguimiento GPS: Mío (dorsal 6) / Todos los PROs masculinos.