Estreno página web con este post para poneros al día de lo que ha acontecido en estos últimos meses de mi vida deportiva. La última entrada en mi “antigua” web fue sobre el Ironman en Sudáfrica, desde entonces comenzamos con el diseño de esta nueva web y las actualizaciones las dejamos un poco de lado hasta tenerlo todo finalizado.

Después de Sudáfrica estaba dispuesto a tomarme mi habitual descanso post Ironman, pero estando en Lanzarote y disputándose el “Desafío Octava Isla” preferí cambiar de planes y disfrutar de este evento tan singular que tenía ganas de probar desde hacía años. Así que pasamos el fin de semana en la espectacular Isla de La Graciosa, y conseguí hacerme con el triunfo en el Desafío que consistía en un Triatlón Cross el sábado y una carrera de Trail de 32 kms. el domingo.  Esta es una prueba que merece mucho la pena, si tenéis un hueco en el calendario 2016 os la recomiendo, La Graciosa es un lugar muy especial y este “Desafío” es una buena forma de descubrir la isla y disfrutar de sus encantos.

Tras volver de La Graciosa era el momento de dar por finalizada nuestra temporada de invierno en Club Santa Rosa y Lanzarote. Regresábamos a Vitoria-Gasteiz donde la primavera empezaba a aflorar, subían las temperaturas y disfrutábamos de más horas de sol.

El próximo gran objetivo era el Ironman de Frankfurt pero siendo aún temprano y con mucho tiempo hasta Frankfurt decidí sumar una prueba más a mi calendario. El 70.3 de Barcelona cuadraba en buena fecha, ya con un par de semanas de entrenamientos en el cuerpo podría hacer una buena carrera, sumar algunos puntos en el ranking y competir en un lugar que ya es mítico en nuestro panorama del triatlón como es Calella.

El nivel en Barcelona era muy alto, y junto a un circuito de bici duro, más de lo que me esperaba, sacó a relucir algunas carencias que tenía en esos momentos. Una natación flojita, una bici decente pero no super y una carrera a pie sólida me dieron una buena séptima posición. Por delante Jan Frodeno demostró que este año es el hombre a batir y consiguió una victoria incontestable.

De Barcelona conseguí recuperarme pronto y volví a mi rutina de entrenamientos de cara a Frankfurt. Ahora ya con un entrenamiento más específico para Ironman, y encontrando cada vez mejores sensaciones.

En Frankfurt nos esperaba una ola de calor histórica, máximas cercanas a los 40º pusieron en alerta tanto a organización como triatletas. Se modificaron algunos tramos de la carrera a pie para meter mas zona de sombra y se reforzaron los avituallamientos durante el recorrido.

Natación sin neopreno, la temperatura del agua había subido de manera considerable en los últimos días, con un buen comienzo me sitúo en el grupo de cabeza, por delante salía Frodeno ya marcando su propio ritmo de carrera. En bici voy con fuerza y ruedo en el grupo de perseguidor de Frodeno sin problemas. En la subida de la segunda vuelta se nos van Kienle y Bocherer y nos cae bastante tiempo en la T2 pero aún con opciones de estar delante si consigo hacer una buena maratón.

Cosa que parece que voy a poder hacer en un principio, cojo ritmo hacia el kilómetro 10 de la carrera a pie pero a partir del 15 empieza mi calvario. No consigo refrigerar adecuadamente y finalmente el calor se apodera de mi teniendo que bajar considerablemente el ritmo. Al finalizar la tercera vuelta me veo incapaz de seguir corriendo, y aún me quedaban 11 kilómetros para finalizar. Decido parar en un avituallamiento, me siento, me refresco, como algo sólido y parece que eso me da un poco de vida. Sigo en puestos de top10, consigo reanudar la marcha a un ritmo decente y llegar hasta la meta en octava posición. Satisfecho con finalizar la carrera, sumar algunos buenos puntos para el ranking y así dar por finalizada la primera parte de la temporada.

El calor está pudiendo conmigo en los últimos Ironman que he competido, ahora estoy en pleno bloque de entrenamiento potente para Kona, lo que más me preocupa lógicamente es mi adaptación al calor y es en lo que mas estoy trabajando estas semanas. Dos semanas de entrenamiento en Club Santa Rosa, compitiendo en el 70.3 de Lanzarote el día 19 y seguido vuelo a Hawaii para llegar con tiempo de hacer algunos entrenos fuertes en los circuitos del Ironman y en las mismas condiciones de calor y humedad que tendré el día de la prueba.
Hasta pronto.