Ha sido una semana de reflexión porque no he parado de darle vueltas a lo ocurrido en Abu Dhabi. Desde luego que salir a 1’30» de la cabeza de carrera del agua no es una buena forma de empezar una carrera, extraño cuando estaba haciendo mis mejores tiempos de natación en piscina, así que tratando de quitarme de la cabeza el famoso dicho triatlético de que no se puede ganar la carrera en el agua pero si que se puede perder, afronté los primeros kilómetros de la bici, tirando fuerte primero para entrar en el grupo de Macca y a continuación para coger al grupo de cabeza. Hasta ahí todo muy bien, me sentía con fuerzas y a gusto sobre mi BH, creo que el Bikefit me ha ayudado mucho a reencontrar las buenas sensaciones en la bici. El viento pegaba fuerte y levantaba la arena del desierto que nos pegaba en el cuerpo y se metía por todos los lados. Las condiciones eran épicas, el termómetro superaba los 35º y parecía que en cualquier momento nos tragaba una tormenta de arena. Yo la verdad que estaba encantado, disfruté como un enano, sin duda el invierno pasado en Lanzarote me ha inmunizado en gran medida contra el viento y simplemente me sentía como en un día de viento cualquiera en la isla pasando por Famara. Los últimos kilómetros de la bici fueron los decisivos, hubo una primera sacudida al árbol pero los frutos aún no estaban lo suficientemente maduros, la segunda sacudida causa ya alguna bajas y a la tercera fue la vencida y la fruta madura acabó cayendo, así nos quedamos en cabeza Van Lierde, Bockel y yo, estábamos forzando la marcha, ¿demasiado? a lo mejor, pero desde luego que ninguno habíamos venido aquí a pasearnos. En estos momentos creo que fue cuando empezaron a gestarse mis problemas, fallé al coger un par de avituallamientos y en los que conseguí enganchar algún bidón este estaba lleno de Pepsi, por lo que acabé hinchando mi estómago con excesivo azúcar y gas. Esto no supuso ningún problema para los tres primeros kilómetros de carrera a pie donde al igual que en 2010 me despegué de mis acompañantes y entré en un buen ritmo pero a partir de ahí empezó el calvario, la tripa hinchada como un botijo, sintiendo retortijones y sin poder meter nada al cuerpo en los avituallamientos. En esas condiciones y con 38º de temperatura lo siguiente es la deshidratación, con un ritmo cada vez más lento veía como me adelantaban triatletas, para el kilómetro 10 me eché a caminar y unos metros más adelante opté por la retirada ya una vez fuera del top 10. Es mi primer abandono en 5 años, estuve dos días muy cabreado pensando constantemente en lo que pudo ser pero poco a poco aceptando a realidad de lo que no fue y analizando, aprendiendo y teniendo en cuenta los errores cometidos. Enhorabuena al ganador Frederik Van Lierde por haber sido sin duda el más fuerte y el mejor en Abu Dhabi.
Lo siguiente fueron unos días de relax, junto con Rut, ella si que hizo un carrerón quedando segunda en el tri de corta distancia, mis padres y mis buenos amigos Pedro y Mikel (al igual que yo retirados en carrera…) compartimos bonitos momentos y disfrutamos de lo que Abu Dhabi y alrededores tienen para ofrecer al turismo.
Ahora ya de vuelta a casa me he puesto en marcha poco a poco, la semana que viene ya retomaré entrenos un poco más fuerte, el siguiente objetivo I Can Marbella está a la vuelta de la esquina, no se como llegaré de forma pero la rabia post Abu Dhabi y las ganas de quitarme el mal sabor de boca seguro me dan un plus de energía.
Os dejo con un video con algunas imágenes de lo vivido en Abu Dhabi, espero que lo disfrutéis. ¡¡Buenos entrenos a todos!!
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